Andres Felipe Zamarra Agudelo
EL MÀRQUEZ DE LA IRREVERENCIA
Cuando pensábamos con mis compañeras a quien íbamos a entrevistar, de inmediato se me vino a la mente a “Toñito” que meses antes tuve la oportunidad de conocerlo, siendo una experiencia poco usual. Cuando les hice la propuesta de hacer el perfil sobre este personaje estuvieron de acuerdo y ese mismo día apartamos las cámaras para el 21 de agosto, día en el que hicimos la entrevista, sin pensar en el tiempo de este artista para poder atendernos.
Emprendimos camino hacia al barrio la soledad, que afortunadamente quedaba cerca a la universidad, cuando íbamos llegando, parecía un oasis entre el desierto, una esquina llena de árboles, arbustos, matas flores, chatarra y otras plantas que formaban una mini jungla entre el jardín y el andén con mensajes alusivos a la conservación del planeta y anti-consumistas. Estando al frente de la casa pudimos notar que este espacio solo era una parte de una gran casa en donde se veía un contraste muy definido de orden y anarquía total.
Mientras mis compañeras hacían algunas tomas de la fachada, yo me acerque a la puerta que estaba ubicada en la mitad de esta mini jungla, donde daba da la impresión de caminar hacia lo desconocido. Antes de entrar dije en voz alta - Toño… - respondiendo desde adentro que quien era yo, le dije que un amigo y de inmediato me hizo seguir. Al momento de entrar fue como un cambio de dimensiones donde nada de lo valioso existente en este mundo, era como un cueva de dos pisos que en cada centímetro cuadrado había cualquier tipo de basura y chatarra. Para llegar a donde Toño nos estaba esperando tocaba pasar por un estrecho corredor, unas escaleras muy cortas y angostas que al momento de subirlas nos encontrábamos con más chatarra pero un poco mas organizada y detrás de un pequeño tumulto de toda especie de basura estaba allí, sentado muy cómodo en su sillón, o más bien en el trono del reino que el mismo construyó dándole el nombre de “Museo de la basura”. Entonces me acerque, lo salude le conté lo que queríamos hacer y de inmediato acepto la entrevista.
Una vez confirmada la entrevista les avise a mis compañeras, entramos, y enseguida ellas sintieron el cambio, enfocándose en una característica adicional. No olía a basura, no olía a chucha, no olía a comida, no olía ha guardado ni a trago y mucho menos a desinfectante. Tal vez era un olor de todo lo anterior que Ana, Jennifer, Ingrid, y Érica sintieron con mucha repugnancia.
Empezamos por preguntarle como le gusta que lo llamen, y con gran sorpresa nos recitó en prosa exquisita de todos los seudónimos y apodos: “Yo era Francisco Antonio Zea Restrepo escobar Restrepo campusano Echeverri pero, a mi me mataron en envigado y luego me remataron en Cartagena y reencarne (no les puedo explicar cómo porque es un misterio como el de la santísima trinidad) en su excelencia, el reverendísimo señor ron Antonio de Jesús casafus! Torres de Restrepo y Zea, general en jefe de todas las fuerzas armadas del país, inclusive las no subversivas, y las dos subversivas, Márquez de la irreverencia, fruto exótico del universo y director ejecutivo de la república super independiente del basurero de la cual yo soy el rey ahora nombrado emperador vitalicio y dictador permanente, pero… si les queda muy difícil, me pueden decir Toñito”. La verdad no sé exactamente qué quiso decir con todo este recital de palabras, pero podemos decir con seguridad que nos dijo de una forma sarcástica y creativa todo lo que es. Cuando se refiere a que lo mataron y remataron podríamos interpretar que es la época en que vivió en Envigado, municipio aledaño a Medellín, y que por la violencia de esa época tuvo que irse para Cartagena, que luego, desafortunadamente también tuvo que partir.
Uno de los apodos que más nos llamo la atención fue el de “Márquez de la irreverencia” debido a que con este, describe su personalidad y forma de vida. Cuando dejó sus estudios de universidad, en donde cursaba tercer semestre de administración de empresas, en la universidad Jorge Tadeo Lozano. Simplemente no le gusto ese proyecto de vida, “ Me querían embutir ese neo-liberalismo “– dijo, luego empezó por hacerse las preguntas fundamentales de la vida renunciando a todo lo que había conocido y fue cuando tomo la decisión de irse del país con destino a Francia siendo la experiencia que cambio su vida.
Allí, en Francia, tuvo la oportunidad de estudiar en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, e irse por lo que realmente le importaba, su talento por la pintura, que desde muy pequeño pudo notar él y su familia sus aptitudes como artista. Durante el periodo en Francia vivía de las pinturas que él mismo hacía, y poco a poco su forma de vivir fue cambiando al momento de conocer unos personajes llamados “ocupas” que llevaban un estilo de vida muy diferente. Vivían en grandes casas abandonadas, recolectando de la basura o depósitos de chatarra mesas, inodoros, camas y lo necesario para una casa, no compraban ropa, solo andaban en bicicleta, toda una vida anti consumista solo lo estrictamente necesario. Llego un momento en que Toño y sus compañeros tenía tantas cosas en el lugar donde vivían, recogidas de la basura, que decidieron por colgarlas en el techo y como tenían tanta libertad se armaban rumbas que duraban hasta tres días, formando una especie de tertulia que, al estar rodeados de todas estas cosas de la calle de diversas formas y colores, fue cuando Toño descubrió la magia de la basura donde a partir de esto fue desarrollando aspectos sociológicos de el trato que se les deben dar a los desechos y la critica a la sociedad de consumo.
Luego de su experiencia por Francia llegó a Medellín, a donde su mamá. Montó un bar, que lo llamo “El basurero” pero debido a la muerte de su padre se trasladaron para Bogotá haciendo a un lado el proyecto del bar, sin embargo, no deja a un lado su nuevo horizonte y crea el “Museo de la basura” ubicado en el barrio la soledad en donde plasma todo el camino por el cual ha guiado su vida, que infortunadamente unos no entienden y lo ven simplemente como una disfunción en la sociedad, pero, opuesto a esto, es una persona en el mundo que entendió lo que realmente quiere para su existencia, es el producto de una vida anti consumista en su totalidad, dando importancia a lo que realmente es importante en la vida, nuestra tierra, tratando de dar un mensaje de conservación que no recibe el verdadero impacto mediático que debería tener este personaje y todo su arte.